Hace una semana atrás Julio Grondona, presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) propuso, ante el Comité Ejecutivo, la creación de un nuevo formato de campeonato en donde “ascenderían” la mayoría de los equipos del Nacional B (categoría anterior a Primera A), uno del Argentino A y otro del Metropolitano. Hoy, la AFA informó que, finalmente, Grondona “resolvió suspender el tratamiento de la propuesta en los términos considerados, en sesión del Comité Ejecutivo del 25 de julio pasado”.
Son muchos los interrogantes que me surgen ante esta situación. Por ejemplo: ¿Qué motivó a la AFA dar a conocer esa propuesta a los medios? ¿Acaso la AFA comunica todas sus cuestiones internas al exterior? ¿Por qué la AFA propuso el nuevo torneo en ese momento? ¿Por qué resolvió suspender el tratamiento de dicha propuesta en los términos mencionados? ¿Esto beneficia al fútbol argentino? Y así podría seguir…
Lo cierto es que se habla de los intereses de muchos actores que intervienen, pero no de todos. Se habla del Estado como socio comercial de la AFA con el Fútbol para Todos. Se habla del presidente de la AFA, Julio Grondona, y sus intereses ante las próximas elecciones en la entidad que dirige desde 1979. Se habla del Grupo Clarín como empresa que ya no tiene los derechos del fútbol argentino, ahora en manos del Estado Nacional. Se habla de River como desencadenante para proponer el nuevo torneo. Se habla de muchos dirigentes y de sus obsecuencias hacia Grondona. Se habla de la pasión de los hinchas. Pero poco se habla de lo que debería importar: Las entidades deportivas.
Las entidades deportivas, sobre todo las vinculadas al fútbol, ocupan un lugar preponderante en la escena nacional. Pero desde siempre, se caracterizaron por ser, la mayoría, deficitarias. Pocas veces las entidades deportivas que trabajan de manera apropiada, son premiadas. Más bien, las organizaciones que peor gestionan sus recursos, son las beneficiadas. Y no creo que esté mal. Lo que no me parece correcto es que no se supervise la gestión de los mismos. Eso conlleva a que algunos dirigentes cumplan sus mandatos con el dinero adelantado por la AFA, complicando la gestión de los futuros dirigentes pero, sobre todo, la situación de los clubes. Esta es una escena recurrente.
Considero que es esencial que los dirigentes (todos) cumplan sus funciones priorizando a sus respectivos clubes, que en definitiva, es lo que debería importar. Se debe trabar con capacidad y honestidad, y se tienen que subordinar los posibles intereses personales a los de su entidad. Y a vos ¿Qué te importa?
Son muchos los interrogantes que me surgen ante esta situación. Por ejemplo: ¿Qué motivó a la AFA dar a conocer esa propuesta a los medios? ¿Acaso la AFA comunica todas sus cuestiones internas al exterior? ¿Por qué la AFA propuso el nuevo torneo en ese momento? ¿Por qué resolvió suspender el tratamiento de dicha propuesta en los términos mencionados? ¿Esto beneficia al fútbol argentino? Y así podría seguir…
Lo cierto es que se habla de los intereses de muchos actores que intervienen, pero no de todos. Se habla del Estado como socio comercial de la AFA con el Fútbol para Todos. Se habla del presidente de la AFA, Julio Grondona, y sus intereses ante las próximas elecciones en la entidad que dirige desde 1979. Se habla del Grupo Clarín como empresa que ya no tiene los derechos del fútbol argentino, ahora en manos del Estado Nacional. Se habla de River como desencadenante para proponer el nuevo torneo. Se habla de muchos dirigentes y de sus obsecuencias hacia Grondona. Se habla de la pasión de los hinchas. Pero poco se habla de lo que debería importar: Las entidades deportivas.
Las entidades deportivas, sobre todo las vinculadas al fútbol, ocupan un lugar preponderante en la escena nacional. Pero desde siempre, se caracterizaron por ser, la mayoría, deficitarias. Pocas veces las entidades deportivas que trabajan de manera apropiada, son premiadas. Más bien, las organizaciones que peor gestionan sus recursos, son las beneficiadas. Y no creo que esté mal. Lo que no me parece correcto es que no se supervise la gestión de los mismos. Eso conlleva a que algunos dirigentes cumplan sus mandatos con el dinero adelantado por la AFA, complicando la gestión de los futuros dirigentes pero, sobre todo, la situación de los clubes. Esta es una escena recurrente.
Considero que es esencial que los dirigentes (todos) cumplan sus funciones priorizando a sus respectivos clubes, que en definitiva, es lo que debería importar. Se debe trabar con capacidad y honestidad, y se tienen que subordinar los posibles intereses personales a los de su entidad. Y a vos ¿Qué te importa?